05 agosto, 2010

Cumpleaños de 15- AMIA





Cumpleaños de 15

Hoy es el cumpleaños de mi hija, sus 15, el amanecer, desenredando las sabanas y el abrazo, te mire estabas muy dormida despacito me levante sin ruido, la rutina del espejo, ducha, café y te desperté, refunfuñaste un poco y enseguida la sonrisa.

Que frió..., apuramos el desayuno y rápido nos vestimos, hoy cumpleaños mi hija la mayor sus primeros 15, tenia ya planeado el festejo, el regalo, imaginaba la sorpresa, ese día quería que fuera especial, mejor, distinto.

Salimos apurados, nos esperaban nuestros respectivos trabajos, el día, día, la rutina y el ...tal vez mañana?

Llegamos juntos al subte, y un ruido sordo, lejano pero contundente, no era un ruido más, se adivinaba en su invisible dimensión que venia acompañado de muerte, ¡una caldera?, una estación de servicio?, algo grande seguro.

En la estación siguiente, comentarios alarmados, retazos de diálogos: “...una bomba!!!”, ¿cómo fue?, ¿dónde?, en el Once, si en el Once..., en la AMIA. Pregunté que paso?, una bomba en la AMIA, ... no puede ser, me dije, es un error.

Te bese, en la estación Pasteur baje, para demostrarme que era un error, la calle invadida por una nube de polvo, corridas en distintas direcciones, las dos cuadras que me separaban de la calle Tucumán, confirmaron la versión, una mujer sangrando con paso vacilante, el olor a amoniaco, que perforaba la garganta, ardían los ojos. La incredulidad en medio del caos, la escena; una copia de Beirut, el esqueleto de cemento y hierros retorcidos, con la grotesca manifestación de vida, los gritos, llantos desesperados y un abrazo eterno con alguien que tambaleante, sangraba de su cabeza, otra mujer, confundida, hora forzaba por alejarse, hora por volver sobre sus pasos.

Llegue hasta el frente de Pasteur, la sede de la AMIA, ya no existía, escombro reciente, mezcla de blancos uniformes, azules manchados de polvo, Rabinos que contenían los gritos que les dedicaban, manos al cielo, lagrimas, lagrimas.

Pasaron horas, que se consumieron en ayudar, ordenes y contra-ordenes, el PUEBLO solidario, hombro a hombro, PUEBLO ARGENTINO sorprendido por la guerra, indignado, con bronca, la piel oscura junto a piel blanca, la sangre roja que iguala.

La vorágine de ambulancias, el hospital de campaña justo al lado del edificio de AMIA, el tiempo, las horas, la noche y después la mañana, en algún momento recordé hoy es 18 de Julio.. cumple 15 mi hijita, corrí, te llame quise explicar, y vos llorabas, me dijiste “se acabaron para mí los festejos, ni cumpleaños ni nada, tanta muerte, la locura de asesinos sin alma, Papá mataron chicos, ¿por qué?”- Me quede sin palabras, lloramos juntos, me pediste que me quedara.

En Memoria de tanta muerte que busca Justicia, sabiendo que detrás de la escena las manos asesinas, se frotan con satisfacción por su cosecha de drama, resuena aun la frase de algún periodista:

Murieron 70 Judíos y 15 inocentes.

Angel Fernández Schejtman- 16 de Julio de 2010-

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