18 agosto, 2016

POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN-CPR- Producciones radiofonicas-

https://cpr.org.ar/article/se-crea-el-consejo-federal-de-comunicaciones/

Con fecha del 5 de agosto, el presidente Macri emitió un nuevo decreto (916/2016) en torno a la comunicación. Se trata de la creación del Consejo Federal de Comunicaciones, que viene a tomar el lugar del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual y el Consejo Federal de Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización, figuras creadas por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Ley Argentina Digital con ciertas funciones como asesorar, proponer medidas, hacer informes, colaborar en la redacción de pliegos, etc.
Las funciones, en esencia, siguen siendo parecidas. Pero hay algunas modificaciones sustanciales en el Consejo que ahora nace, y que nos permitiría inferir que no podría funcionar como una herramienta verdadera de control y con incidencia ciudadana. Ya no puede proponer directores para el ente regulador de la comunicación, ni para los medios públicos, como tampoco remover directores del actual ENaCom.
Lo mismo ocurre cuando vemos la integración del Consejo. Primero, porque es a designación del Poder Ejecutivo. Y segundo porque se reduce la cantidad de integrantes. Casi todos los sectores se verán representados en el Consejo con un solo integrante, cuando había algunos sectores que según el Consejo anterior tenían derecho a tres representantes. Por ejemplo, el sector sin fines de lucro. Lo curioso es que se agregan representantes de los usuarios y consumidores, que antes no estaban, y ellos sí lo hacen con dos integrantes, mostrando el perfil de mercado con el que se está contemplando a la comunicación. Sin duda las organizaciones de consumidores deben estar representadas, pero si las representaciones de todos los sectores bajan a un integrante, no se entiende por qué la de los consumidores debe ser de dos.
Además, el Consejo se crea en el ámbito del Ministerio de Comunicaciones, que depende directamente de Presidencia. El Consejo anterior estaba en el ámbito de la AFSCA, que a su vez era un ente autárquico. A priori, es cierto que si una función será la de controlar o criticar la gestión de ENaCom, podría ser entendible que no esté en su órbita. Pero cuando la órbita que lo circunda es un Ministerio y la Presidencia, las capacidades de control parecen reducirse, como así también las posibilidades de incidencia por parte de la ciudadanía.
Leer Decreto 916/16




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